#AmnistíaYa

La amnistía es un acto de justicia. Un comienzo para remediar las injusticias de un sistema que ha perseguido a los sectores históricamente excluidos y vulnerados.
La amnistía reconoce que, durante décadas, se ha castigado injustamente a personas quienes, debido a su contexto, se vieron envueltas en situaciones de conflicto con la ley.

Sin embargo, las mujeres, las personas indígenas, las personas más pobres, los “daños colaterales” de la guerra contra las drogas, siguen a la espera… atravesando escenarios de incertidumbre y ansiedad en prisión.

Conoce más de Araceli y Domitila

Araceli

Araceli es una mujer Oaxaqueña de oficio costurera y único sustento económico de su hogar. Le ofrecieron 2 mil pesos por transportar 30 kilos de marihuana a la Ciudad de México. Ahora tiene una sentencia de 6 años. Tiene una dependiente económica: su madre, quien sufre desde hace más de 10 años de cataratas, no puede caminar ni ver y requiere una operación con costo de 30 mil pesos en la CDMX. Al igual que muchas mujeres, Araceli se encontraba en espera de una resolución por parte de la Comisión de Amnistía para recobrar su libertad.

Domitila

Domitila es de Michoacán y es hablante mazahua. Fue detenida en Oaxaca mientras iba en un camión durante una revisión de rutina de la policía Federal y fue sentenciada a 6 años y medio en prisión por transportar 21.70 KG de mariguana. Su madre de 104 años dependía económica y físicamente de ella y para ese momento no contaba con alguna ayuda económica. Durante su estancia en prisión, su madre murió.

Si estás buscando ayuda, te acercamos a las instituciones encargadas de atenderte y a organizaciones en los estados que pueden ayudarte.